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Superman: Tierra 23 (Tres)

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CAPITULO 3  

Esa misma tarde, Calvin llamó a su madre por teléfono. Ambos charlaron un rato bien largo sobre el presente y el futuro del muchacho en Metrópolis…
-¿Y qué tal va tu búsqueda de empleo? – quiso saber ella. Calvin suspiró y se recostó en la cama de su dormitorio, con el teléfono celular pegado al oído.
-Pues… estoy en eso, Ma. Estoy viendo entre el abanico de opciones cuál me conviene… y cuál nos conviene. Si voy a trabajar en algo, debe ser algo que nos deje un buen pasar económico a ambos.
-Ah… No te preocupes por mí, hijo – replicó su madre – Tengo esta casa, mi pensión, mis recuerdos de tu padre… y te tengo a ti. ¿Qué más puedo pedir? – hizo una pausa. Sonrió – Cuando crías a un hijo alto, moreno y guapo, y le oyes decir “me gustaría darte esto…” Bueno, eso está bien. Pero lo que realmentequisiera yo escuchar es: “Esto es lo que quiero para mí. Vivir la vida y cumplir mis sueños”. ¿Me entiendes?
-Más o menos. ¿Eso no es ser un poco egoísta?
-Tesoro… no lo es para nada. ¿Sabes cómo se llama a eso? “Labrarte un futuro”. Mi mayor felicidad, hijo mío, es saber que tú eres feliz. Verte realizado y satisfecho con lo que elijas en la vida. Eso sería lo máximo para mí.
Calvin sonrió con dulzura. Casi podía imaginarse a su madre del otro lado de la línea, mientras hablaba con él: una bella mujer adulta de piel oscura, sentada en un sillón de mimbre en el porche de su casa en Louisiana, mirando la puesta de Sol sobre los sauces que rodeaban la vieja vivienda ubicada a las afueras de Smallville.[1]
-¿Qué sigue ahora? – le preguntó ella, sacándolo de sus ensoñaciones.
-He concertado una cita con el editor de un importante periódico – le informó su hijo, parándose y acercándose a la ventana de su habitación. Observó en la distancia la silueta de un enorme rascacielos coronado por un globo terráqueo giratorio de metal en su cima – Se llama Perry White… y el nombre del periódico es “Daily Planet”.
-Suena interesante… ¿Vas a ser reportero?
-Vamos a ver. Primero el editor tiene que contratarme, Ma.
-Seguro que lo hará. Despreocúpate. Eres muy bueno con la parte escrita, hijo.
-Gracias.
-Cualquier novedad que vaya surgiendo, mantenme al tanto por favor…
-Descuida. Lo haré.
-¿Calvin?
-¿Sí, mamá?
-Tu padre estaría orgulloso de ti.
Calvin sonrió con tristeza.
-¿Tú crees?
-Absolutamente. Ya sabes cómo pensaba él y cuáles eran sus ideas.
Silencio. Por un rato.
-Te dejo, amor – se despidió ella – Seguramente tienes que madrugar. Buenas noches. Suerte. Con todo.
-Gracias. Te quiero.
-Yo también. Mucho… Cuídate – colgó.
Calvin apagó el celular. Permaneció sumido en el más absoluto silencio, mientras miraba por la ventana la silueta del Planet. 
--------------------
Redacción del Daily Planet.
Oficina de Perry White. Al día siguiente.
Perry White leía atentamente el currículo de Calvin mientras el muchacho aguardaba de pie ante él. Insólitamente y pese a su singular apellido, White era un hombre de piel oscura de cierta edad mayor.[2]El joven aspirante a trabajar en su periódico esperó hasta que el editor acabó su lectura, se quitó las gafas y lo observó a los ojos.
-Bueno, hijo. Decir “impecable” no sería hacerte justicia. Tu currículo es excelente…
-Gracias, señor.
-…Lamentablemente, el Planet no pasa por su mejor momento financiero y económico. Seré honesto contigo: despido a más gente de la que contrato. Si te tomo, podrías correr el riesgo de acabar en la calle a las 24 horas. ¿Comprendes?
-Por supuesto, señor. Pero estoy dispuesto a correr el riesgo. Realmente, necesito el dinero…
White asintió. En silencio, sus dedos tamborilearon sobre su escritorio. Finalmente, pareció tomar una decisión.
-Te diré qué haremos: entraras a prueba. El sueldo no será excesivo, pero sí justo. Si ves que te conviene (y, lo más importante, si veo que me convienes) quedaras fijo en el staff. Si pasa lo contrario, bueno… te desearé mucha suerte y podrás seguir tu rumbo. ¿Qué te parece el convenio?
-Aceptable. No lo defraudaré, Sr. White.
-Eso espero – Perry se puso de pie. Le estrechó la mano al joven. Luego, llamó a su secretaria, una guapa chica pelirroja – Deborah, enséñale el área de trabajo por favor. Que vaya viendo el panorama y conozca a los compañeros.
-Sí, jefe – la chica condujo a Calvin en una visita guiada por la redacción – Por cierto, me dicen “Debbie”. Mucho gusto – le sonrió.
-El gusto es mío.
-¿Debbie? – la llamo alguien apenas cruzaron un pasillo. La muchacha pelirroja se volvió. Otra chica se les acercaba, una chica muy especial…
Apenas la miró, el corazón de Calvin Ellis empezó a latir muy aprisa. Se llevó una mano al pecho, sorprendido. ¿Realmente, era para tanto la conmoción que la recién llegada le había provocado? La estudió más detenidamente mientras hablaba con su guía…
Era una muchacha morena, de piel oscura como la suya, muy bonita. Había algo en su porte, en su postura, que demostraba decisión y un férreo carácter. Por un instante, Calvin tuvo la certeza de hallarse ante la versión juvenil de su madre. Por el apasionamiento y la fuerza de su tono de voz, no le quedó ninguna duda de que ambas tenían muchísimo en común…
-Oh – luego de hablar tan concentrada con ella, Deborah casi se había olvidado de él. Hizo las presentaciones – Calvin, ella es Louise Lane. Louise, él es Calvin Ellis. El jefe lo tomó a prueba. Trabajará con nosotros.
-Mucho gusto – Calvin le estrechó la mano. La periodista morena le dedicó una sonrisa simpática de cortesía y se volvió hacia su compañera – Tengo que irme. Por favor no te olvides de decirle al jefe lo que te comenté, Deb. ¿Sí? Hazme ese favor.
-Claro. Despreocúpate.
Cuando Louise Lane se hubo marchado, la impresión que había provocado en Calvin no mermó ni un ápice. Permaneció en silencio todo lo que duró el tour por la redacción del Planet pensando en ella. De repente, se dio cuenta de que se sentía a gusto allí, en ese lugar. ¿Había dado finalmente con el trabajo apropiado para él? ¿Su futuro estaba en el periodismo gráfico? No lo sabía. Lo que sí sabía  era que si con esto podía seguir viendo a aquella chica, entonces quería seguir haciéndolo… 

[1]No creo que el avezado lector necesite aclaración, pero por las dudas, se la voy a hacer: esta Smallville se encuentra ubicada en Louisiana en vez de Kansas. Creí un cambio justo de escenario para estar a tono con las raíces étnicas y raciales del personaje de Calvin.
[2]La versión utilizada de Perry White para este relato es la encarnación más moderna del personaje. A saber: la usada en la película “Man Of Steel” de Zack Snyder, donde el actor de raza negra, Laurence Fishburne, lo interpretaba. Siendo el Superman de Tierra-23 un hombre de raza negra, creo que es justo que el editor del periódico para el cual trabaja tenga iguales condiciones étnicas.

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