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El Elegido
Ciudad Costera. California.
Hogar para Ancianos.
Alan Scott se hallaba sentado en una silla de ruedas, mirando con cierta tristeza al soleado exterior por una ventana. Era un anciano de casi 80 años de edad y sentía que lo había visto todo y que ya nada tenía que esperar de la vida…

Apartada bastante de su vida de superhéroe, estaba su vida civil. Sin la máscara, Alan dirigió –desde finales de los años 40 hasta bien entrados los 70– la Gotham Broadcasting Company (GBC). Lamentablemente, la compañía televisiva terminó siendo llevada a la quiebra por sus acreedores. Aquel hecho impactó muy negativamente en su estado de ánimo y casi lo dejó al borde de la más terrible ruina económica y sumido en una gran depresión. Salió de todo ello y vio una luz de esperanza cuando se enamoró y contrajo matrimonio con Rose Canton, con la cual tuvo dos hijos. La alegría –ya lo reza el dicho– sin embargo no es eterna. Alan lo descubrió más tarde cuando Rose, aquejada de una aguda enfermedad mental, acabó quitándose la vida.
Este desgraciado hecho tuvo sus consecuencias: “Linterna Verde” se retiró oficialmente de la acción y desapareció de escena. Si bien en los años 80 Alan creyó hallar de nuevo la felicidad al casarse con Molly Mayne (secretaria y confidente suya durante muchísimo tiempo), este segundo matrimonio tampoco duró y fue la causa que lo llevó a pelearse con sus hijos. Las diferencias –en apariencia irreconciliables– con su familia acabaron cuando un Scott divorciado terminó ingresando en un Hogar para Ancianos, rindiéndose a lo inevitable: estaba llegando al fin de su vida.
-Acéptalo – se dijo, suspirando con amargura – La Edad Dorada ya se acabó. Los buenos tiempos terminaron. ¿Qué me queda ahora, salvo enfrentar lo inexorable? Creo que la vejez y la muerte le acaban llegando a todos. ¿Por qué iba a ser yo la excepción?
Como respondiendo a estas tristes palabras suyas, una descarga luminosa se produjo en su habitación. Volviéndose en su silla de ruedas en dirección a la fuente del resplandor, se topó cara a cara con Ganthet.
-Alan Scott, de la Tierra – dijo el oano – Has sido elegido.